Dulces de Baviera

Hemos estado unos días de vacaciones en Munich, capital de Baviera, una región al sur de Alemania que hace frontera con Austria. En Munich lo más típico gastronómicamente hablando es la cerveza, la cual pude probar de distintas marcas y variedades, a cual mejor. Pero como en este blog de lo que hablo es de mi pasión por la repostería, los dulces y las tartas decoradas, en esta entrada os voy a hablar de los típicos dulces bávaros que he podido probar en mi estancia. Y no hay dulce o bollo que sea más típico de Baviera que el brezel.

El brezel, o pretzel como se le conoce en otros sitios, está muy extendido por todo el mundo, así que seguro que la mayoría lo habéis visto e incluso probado alguna vez. Más que un dulce o un bollo es un pan con forma de lazo, un poco soso para mi gusto, que se puede comer solo, pero suele ir relleno. Admite tanto rellenos dulces (chocolate, mermeladas...) como salados (queso de untar, patés...), incluso algunos más grandes están rellenos a modo de bocadillo. El de la foto está relleno de mantequilla, ideal para un desayuno o una merienda. En la línea del brezel, pude probar el puddingbrezel, una especie de palmera muy hojaldrada y con los bordes más gruesos con una capa de crema de vainilla, ¡para chuparse los dedos! Me gustó muchísimo más que el brezel tradicional.

Otro de los dulces típicos de Baviera es el apfelstrudel, que se trata de un hojaldre relleno de manzana. También está muy extendido por todo el globo, y aunque yo probé uno riquísimo, no tengo foto... ¡me lo comí antes!

En la siguiente foto podéis ver otros dulces muy populares allí, el quarktasche y el vanillschecke con pasas. El otro dulce es un donut relleno de mermelada de fresa, muy rico pero nada bávaro, jajajaja.

 El quarktasche es un paquete de hojaldre relleno de queso quark, es dulce pero sin pasarse, ideal para el desayuno. El vanillschecke es una especie de ensaimada rellena de vainilla, y la verdad que está buenísima y en las pastelerías de Munich la vendían un montón, pero yo creo que es un poco una adaptación de nuestra ensaimada mallorquina junto con los típicos rollitos de canela. En la siguiente foto podéis ver otro un poco más de cerca.

La verdad que este estaba más rico que el otro, me gustó más el relleno, aunque los dos estaban riquísimos.

Así que al menos en tema de dulces, esto es lo que ha dado de sí la escapada a Munich. Espero que si vais por allí, os haya arreglado unos cuantos desayunos.