Se acerca San Valentín y seguro que muchos de vosotros
estáis pensando en tener un detalle con vuestra pareja o celebrarlo de algún
modo. Creo que una buena forma de celebrar el día de los enamorados es hacer
algo juntos, y qué mejor que compartir unos cupcakes en el desayuno. Y para
quien no tenga pareja o no celebre el día… ¡cualquier día es bueno para comer
algo dulce!
No he querido añadirle más romanticismo al día de San
Valentín de lo que ya tiene, así que he decidido no decorar mis cupcakes con
corazones o rosas, que son las decoraciones que más se llevan estos días. Eso
sí, el color rojo no podía faltar, y tampoco un corazón dulce. Los cupcakes son
de vainilla, con corazón de sirope de fresa y icing de nata vegetal. Para decorar
he espolvoreado un poco de colorante rojo en polvo, y listos para disfrutar.
Ya veis, no hace falta mucho para celebrar este día y
contagiarse del ambiente romántico que nos envuelve por unos días. Y si es
degustando algo delicioso, mejor que mejor.
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