Lo primero de todo, son más fáciles de hacer de lo que me imaginaba. Yo tenía miedo a que quedasen muy duros, ya que no son galletas rellenas, si no bizcochitos rellenos, y hay que conseguir que queden esponjosos. En 10 minutos tienes horneados los bizcochos del whoopie, que en este caso son de chocolate, y creo que el truco está en no pasarse con el tiempo de horneado.
El relleno es de chocolate blanco, que le va de maravilla. Una vez horneados y rellenos hay que dejarlos al menos una hora en la nevera. Yo los quería llevar al día siguiente a la oficina, así que los dejé toda la noche. Quedaron con una textura esponjosa y suave, ideales para desayunar o merendar, tanto para adultos como para niños, porque son ligeros y nada pesados, y eso que yo les eché bastante relleno.
Por la mañana fueron el acompañamiento perfecto para el café, tuvieron tanto éxito que hubo gente que no los pudo probar así que tendré que volver a hacer... ¡whoopie!
Delicius!!! :-)
ResponderEliminarRepetiremos!!
EliminarGeniales los whoopies de chocolate!!. Seguro que triunfo en mi próxima reunión cuando los lleve.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu blog, es sencillamente genial.
Echad un vistazo a Piña colada.
Saludos!!
Muchas gracias Rachel!! Ya nos contarás que tal te quedan los whoopies!
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