El mundo de los productos dedicados a la repostería creativa
es inmenso, y como ya os dije en el post dedicado a los materiales esenciales
para empezar a preparar tus propias tartas y cupcakes decorados, también es caro. Por lo tanto, yo suelo medir
muy mucho qué me compro y si creo que va a merecer la pena, y en este post os
quiero hablar de un producto que a pesar de mis reticencias, y considerarlo
como no necesario, me ha sorprendido: el spray desmoldante para bizcochos.
Como todo el mundo, para que los bizcochos salgan perfectos
del molde, yo lo que hacía era engrasarlos con mantequilla o margarina, lo que
tuviese más a mano. Eso, y siempre que puedo,
utilizar moldes desmontables, que facilitan mucho el trabajo. Esto lo
hacía por supuesto para todo tipo de bizcochos, fuesen para relleno de tartas
decoradas con fondant, para utilizar en tartas decoradas con buttercream, o
para comer directamente.
Sin embargo, no siempre quedan perfectos. Y si es un
bizcocho que te vas a comer en el desayuno en casa con tu familia, puede que no
te importe demasiado, pero si lo necesitas para una tarta, o lo vas a llevar de
postre o merienda a algún sitio… quieres que te quede perfecto. ¿Qué hacer?
Engrasar bien o… ¡utilizar spray desmoldante!
Como os he adelantado, yo era muy reticente a comprarlo,
suele ser caro y no estaba segura de que mereciese la pena. Pero hace unos
meses, en una feria que hubo en Bilbao, en uno de los stands tenían el spraydesmoldante de la marca Sonneveld a unos dos euros y medio, así que lo compré y
desde entonces lo he utilizado.
Conclusión tras seis meses de uso: merece la pena,
totalmente. Los bizcochos se desmoldan con una facilidad asombrosa, y salen
perfectos, no solo los redondos, también aquellos que he hecho en moldes
conformas, como de camiseta por ejemplo. Cunde muchísimo, yo sigo teniendo el
bote prácticamente lleno, y eso que ahora lo uso para todo, tanto para los bizcochos
que van a ser para una tarta, como para los que hago para comer en casa con el
desayuno o la merienda.
Consejo: Si vais a comprar uno, comprar uno que sea de una
marca de repostería creativa, pero fijaos en el precio. Yo lo compré en una
feria, y estaba a mitad de precio, así que si vais a una, echad un ojo. Fijaos
también en las ofertas y promociones de las tiendas online de repostería
creativa. De todas formas, para que os sirva de orientación, los precios suelen
estar entre los 5 y los 8 euros los envases de 500 – 600 mililitros (depende de
la marca), y por lo que cunden, merece la pena.
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