Esta nueva versión de las típicas calabazas de Halloween son ideales para una merienda terrorífica. El bizcocho es de vainilla, con colorante naranja de Wilton, para conseguir ese color característico de las calabazas. Y el relleno es una crema suave de naranja.
Quedaron jugosos y esponjosos, y tendré que hacer una nueva hornada para el día 31, porque hice dos docenas y, ¡oh misterio! ¡Han desaparecido todos!
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