Este segundo post de la serie "consejos paraprincipiantes" va a tratar sobre el interior de la tarta. A las tartas
decoradas con fondant se le da mucha importancia al exterior, precisamente eso
es lo que las diferencia de las tartas más tradicionales, y lo que a mí más me
gusta de ellas. Se pueden personalizar, decorar como quieras, elegir colores,
texturas… Pero aunque el exterior es lo que hace que se produzca el flechazo,
lo que termina por enamorar es que por dentro estén realmente buenas.
Cuando estamos empezando en esto, aún no sabemos de
ganachés, bizcochos aromatizados con violeta, buttercreams de merengue suizo…
Aún así, queremos que nuestras tartas estén buenas. Pues bien, a eso viene este
post, a daros unos pocos consejos sobre qué recetas utilizar para que el
interior de vuestras primeras tartas esté bueno, y a la vez no os vaya la vida
en hacerlo.
Foto de pequerecetas.com |
Siendo sincera, cuando empecé con la decoración de tartas
con fondant yo ya tenía algo de experiencia en hacer mi propia repostería. No
era gran cosa, pero ya tenía un par de recetas de bizcocho que me quedaban
bien, alguna que otra tarta, palmeritas de chocolate… Así que decidí
complicarme la vida. Y empecé a currarme ganachés de chocolate, mousse de fresa
y buttercreams variadas para los rellenos. Y distintos tipos de bizcochos,
probando que sean más o menos exponjosos, distintas recetas de bizcocho de
chocolate, mirando mil recetas por internet...
Y metí la pata. La metí muchas veces, y me encontré más de
una vez que mi trabajo para hacer esa crema o ese bizcocho que hacía por
primera vez se estropeaba debido a mi falta de experiencia manejando el
fondant, o sencillamente cortando el bizcocho para rellenarlo. Tanto esfuerzo
desperdiciado. Así que he llegado a la siguiente conclusión: NO complicarse la
vida. Al menos no hasta que se tenga más experiencia en esto de hornear y
rellenar, y más maña con el fondant.
Cuando tengáis más confianza y experiencia en la decoración
exterior, entonces podéis empezar a experimentar con la parte de dentro. Porque
no nos engañemos, al principio experimentas, y como no puedes probar los
rellenos o bizcochos hasta que están hechos (yo voy probando la masa, pero no
es lo mismo), te das cuenta tarde de que el bizcocho no tiene consistencia
suficiente para aguantar la decoración, o no ha subido en el horno y es muy
delgadito, el relleno no ha quedado tan bueno como imaginabas, o no tiene esa
textura cremosa que necesitas. Y además de un chasco, es un trabajo que hay que
volver a repetir (he llegado a tener que hacer un bizcocho o una masa de
galletas dos y tres veces). Más trabajo y más esfuerzo… para luego igual
fastidiarla con el fondant porque todavía no lo controlas como es debido...
¡Doble chapuza!
Seguro que tenéis alguna receta de bizcocho que conocéis y
domináis. Para empezar en esto lo mejor y más fácil es hacer el bizcocho de
toda la vida que hayamos hecho en nuestra casa, que normalmente son a base de
huevos, mantequilla, harina y azúcar en cantidades variables según la receta
que hayamos heredado de nuestra madre y/o abuela.
Y para el relleno del bizcocho tampoco os compliqueis:
mermelada al gusto, nocilla o cualquier tipo de crema similar. Pero vamos, que
se puede comprar ya hecha. Lo único, las mermeladas van bien para rellenar,
pero para cubrir la tarta no son muy aconsejables, porque suelen traer trozos.
La nocilla es perfecta.
Con esto podréis hacer vuestras primeras tartas, y no
romperos la cabeza ni flagelaros porque al cubrirla o decorarla no os ha
quedado tan bien como queríais y habéis destrozado un bizcocho y un relleno que
os ha costado mucho tiempo y esfuerzo hacer. Y lo que es más importante,
estaréis seguros que vuestras tartas estarán ricas por dentro.
Os recuerdo que son mis consejos y reflexiones, me gustaría
mucho que me comentaseis las vuestras, compartáis o no las mías, ya que así
todos aprendemos
No hay comentarios:
Publicar un comentario