Para aportar jugosidad al
bizcocho, antes de rellenarlo, se suele humedecer o “emborrachar”. Por lo
general, lo que se suele hacer es un almíbar, al que si se quiere se le puede
añadir un sabor al gusto, y con eso se emborracha el bizcocho.
Sin embargo, aunque no es
excesivamente complicado, hacer un almíbar rico lleva su tiempo y hay que
cogerle el puntillo. Así que aquí entra
la practicidad, sobre todo cuando se está haciendo repostería amateur, como es
mi caso. ¿Qué hacer?
El consejo que me dieron en su
momento y que yo ahora comparto con vosotros es usar zumos. ¿Cualquier zumo?
No. Si solo queréis aportar jugosidad, utilizar un zumo de un sabor neutro. Yo suelo
usar zumos de uva y piña, bien el del Lidl o el del Carrefour, y me quedan los
bizcochos estupendos, ya que no matan el sabor ni el aroma que les haya puesto,
que normalmente suele ser de vainilla o cítricos.
Y si queréis darle un toque
especial al bizcocho, podéis jugar con el sabor del zumo. Por ejemplo, para una
tarta con relleno de fresa y bizcocho con aroma de frutas del bosque… ideal un
zumo de arándanos, ¿no os parece?
Am... interesante!! y como lo hago?? le echo el zumo y ya? no quedará raro el bizcocho?
ResponderEliminarMilady's pretty tables
Una vez que tengas el bizcocho reposado, cortado y listo para rellenar, le vas echando el zumo poco a poco, piso a piso, dejando que lo chupe. Las primeras veces igual tienes miedo de pasarte y te sigue quedando el bizcocho un poco seco, pero se le coge el truco rápido. Al menos así es como lo hago yo.
EliminarYa nos cuentas qué tal te ha quedado cuando pruebes y gracias por tu comentario!